¿Cómo las comunidades de aprendizaje fomentan la educación colaborativa?
¿Cómo las Comunidades de Aprendizaje fomentan la educación colaborativa?
La educación colaborativa es un elemento clave del modelo educativo del IB. Su base está en tener en el centro de la toma de decisiones a los alumnos y a su vez generar los recursos, apoyo y orientación necesarios para que los docentes se sientan cómodos y seguros de intercambiar y probar enfoques de enseñanza y evaluación, acorde a las necesidades de sus estudiantes. (IBO, 2015)
La educación colaborativa requiere de varias herramientas para ser aplicada. Aquí es donde las Comunidades de Aprendizaje o Professional learning communities (PLC) juegan un papel protagónico en ser las artífices de una verdadera cultura de educación colaborativa.
Las Comunidades de Aprendizaje, como su nombre lo indica, buscan generar una relación de comunidad con quienes participan en la vida escolar: alumnos, padres y docentes. Este modelo académico, más horizontal, facilita la participación activa de sus miembros, genera un sentido de agencia y se adapta a los cambios y complejidades de los tiempos, usando datos e investigaciones recolectadas colectivamente. (IBO, 2020)
Característica de las Comunidades de Aprendizaje que fomentan la educación colaborativa.
Para alcanzar una cultura de educación colaborativa, las Comunidades de Aprendizaje necesitan reflexionar constantemente sobre cómo fomentar espacios de relacionamiento e intercambio de conocimientos, para sus alumnos y profesores. Algunas guías del IB, así como estudios y entrevistas, han recolectado experiencias de varios colegios y destacan las siguientes como las principales características de Comunidades de Aprendizaje efectivas:
- Buscan comprensión y acuerdos comunes
El aprendizaje colaborativo empieza entre docentes, cuando tras un intercambio de experiencias y conocimientos orientan los conceptos claves del currículum, centran la toma de decisiones en el aprendizaje de los alumnos y definen metodologías adaptativas de evaluación. Este nivel de colaboración entre los docentes permite definir un camino común para los alumnos que se traducirá en: pensamiento crítico, indagación, comprensión conceptual y mentalidad internacional. (IBO, 2020)
- Logran que los docentes se sienta cómodos y seguros para innovar
La enseñanza y evaluación personalizada que procura el IB requiere de un alto grado de innovación, pero lograrlo sería imposible si no se da la bienvenida al cambio. De ahí que sea tan importante fomentar una cultura de aprendizaje colectivo no solo para los alumnos, sino también para los profesores. Este enfoque permite que los profesores se sientan respaldados y reciban orientación para probar nuevas metodologías de enseñanza y compartir sus experiencias, ideas y opiniones. (IBO, 2015)
- Fomentan la inclusión
El IB ha desarrollado Principios y Prácticas Inclusivas en el diseño de sus programas para valorar la diversidad de toda la población estudiantil. Una Comunidad de Aprendizaje debe ser capaz de aplicarlos a través de:
- Diseño universal
- Políticas y medidas de acceso y adaptaciones planificadas para estudiantes con necesidades físicas y mentales específicas
- Aplicación de la mentalidad internacional para la comprensión y representatividad de distintos contextos y culturas
- Asistencia para estudiantes que han enfrentado circunstancias adversas personales, familiares, sociales, migratorias o de otro tipo
(IBO, 2022) 4
- Generan un sentido de comunidad que vaya más allá del aprendizaje
El sentido de apoyo mutuo es vital para toda comunidad. En Comunidades de Aprendizajes es necesario trascender el ámbito educativo, para generar ese sentido de apoyo y pertenencia.
La organización del Bachillerato Internacional IBO (2015) destaca, por ejemplo, como un colegio en Florida ofrece un programa de cuidado para los hijos de sus docentes; así, estos pueden asistir a capacitaciones y reuniones. Con ello contribuyen a fomentar una comunidad de compromiso y apoyo ampliada.
Por otro lado, este sentido de comunidad debe extenderse también en el aula, donde se fomente la comprensión, apoyo mutuo y cada alumno sienta que su rol en la comunidad es valorado, pudiendo llevar ese sentido de comunidad al mundo exterior.
¿Cómo fomentar una comunidad de aprendizaje colaborativo?
Gregory S. Brunton (2016) presentó un caso de estudio de en un colegio IB en China, compuesto por profesores y alumnos expatriados, identificando los factores fomentan la colaboración en Comunidades de Aprendizaje diversas, más aún cuando se enfrentan a entornos cambiantes y complejos como la migración. Este enfoque es especialmente relevante para Ecuador y el resto de Latinoamérica, que en la última década han experimentado la diáspora Venezolana. A continuación presentamos algunos de los hallazgos más importantes:
- Generar reuniones de planificación semanales:
La comunicación en reuniones puede ser un desafío. Por ejemplo, cuando son muy extensas o existe dificultad para expresarse, porque las aportaciones de unos pocos dominan la conversación. Sin embargo, la presencia de un coordinador que modere y guíe las reuniones es una de las herramientas más efectivas para mitigar estas dificultades.
El coordinador se encarga de preparar los objetivos de la reunión, establece preguntas que delimitan la duración de las reuniones, anima a los maestros a contribuir a la discusión de manera equitativa y destaca los acuerdos finales. Estas reuniones moderadas han demostrado su capacidad de fomentar la comunicación respetuosa y una mente abierta, promoviendo relaciones de colaboración.
- Abrir espacios de aprendizaje colectivo y reflexión:
Según el caso de estudio antes mencionado, los profesores destacan sentirse inspirados por los métodos o filosofías de enseñanza de sus colegas. Cuando los maestros tienen oportunidad de compartir sus prácticas profesionales, a través de talleres, presentaciones u otros, se abre también la posibilidad de discutir sus percepciones, ofrecer consejos y aceptar retroalimentación, lo que fomenta un aprendizaje colectivo.
Estos espacios, además, son ideales para reflexionar sobre qué tan bien está colaborando el equipo y sobre el funcionamiento de los acuerdos previamente realizados, para identificar dónde se necesita aplicar ajustes y dónde se requiere apoyo adicional.
- Fomentar las relaciones interpersonales:
Cuando los maestros se toman el tiempo para aprender unos de otros, no solo sobre los estilos de enseñanza, sino también sobre quiénes son como personas, se construyen relaciones más sólidas que respaldan las prácticas de colaboración. De ahí que sea vital construir espacios de relacionamiento.
Estos se pueden desarrollar facilitando la comunicación, mediante el uso de preguntas predeterminadas, juegos y otras actividades sociales que les permitan compartir información sobre sí mismos y mostrar valor y respeto hacia el otro. De igual manera, estas actividades se pueden extender hacia alumnos y padres para fortalecer el sentido de comunidad de todo el colegio.
Las comunidades de aprendizaje son sin duda un catalizador de enseñanza colaborativa, del cual tanto profesores, como alumnos se benefician. Por un lado, los profesores se sienten valorados, guiados, respaldados y seguros para probar y adaptar métodos de enseñanza a la realidad de sus alumnos. Por otro lado, los alumnos reciben una educación centrada en su desarrollo, elaborada desde la visión y experiencia de toda una comunidad de docentes y pedagogos.
Fuentes:
IBO (Agosto, 2015), La enseñanza colaborativa transforma las clases
https://blogs.ibo.org/blog/2015/08/10/la-ensenanza-colaborativa-transforma-las-clases/?lang=es
Brunt, Gregory (2022), La colaboración en comunidades profesionales de aprendizaje interculturales: estudio de caso. https://ibo.org/contentassets/8cef1adee86046cb902d930a17da1e56/research-casestudy-brunton.pdf
IBO (Novimbre, 2020), La comunidad de aprendizaje https://ibo.org/es/programmes/primary-years-programme/curriculum/the-learning-community/
IBO (Septiembre, 2022), Equidad y educación inclusiva en el IB
https://ibo.org/es/programmes/equity-and-inclusive-education-in-the-ib/